El 25 de octubre se celebra el Día Mundial del Kárate. Un arte marcial de raíces chinas que, sin embargo, se popularizó y extendió por todo Japón a partir del siglo XVII, sobre todo en las islas Ryukyu, actualmente conocidas como la prefectura de Okinawa. Su nombre en japonés se compone de las palabras kara, ‘vacío’ y te, ‘mano’, así que se traduce literalmente como ‘mano vacía’. En la actualidad se estima que más de 50 millones de personas lo practican en todo el mundo siendo el segundo arte marcial preferido solo por detrás del taekwondo. Este 2021 debutó por primera vez como deporte olímpico en Tokio convirtiendo además a dos españoles, Sandra Sánchez y Damián Quintero, en medallistas de oro y de plata respectivamente en la disciplina de katas.
De todos sus beneficios tanto a nivel físico como a nivel mental y otras peculiaridades de este deporte hablamos con otro grande, Fernando San José. Tras toda una vida involucrado en el kárate como deportista de élite – medalla de oro en el Campeonato del Mundo, dos subcampeonatos del Mundo, cuatro veces medalla de bronce y campeón de la World Cup, siete veces campeón de Europa y campeón de España en 19 ocasiones- en la actualidad se dedica a transmitir todos sus conocimientos a grandes y pequeños y es uno de los fisioterapeutas del Equipo Nacional.
¿Qué hace único a un deporte como el kárate?
El kárate, aparte de englobar todos los valores de lo que es el deporte, es una disciplina que como arte marcial tiene beneficios no son solo a nivel físico y mental sino también a nivel de desarrollo personal. Estamos hablando de que se van a promover ese esfuerzo, esa perseverancia, la solidaridad, el trabajo en equipo, la inclusión, la igualdad… El kárate es un ejemplo claro de todos esos valores que hacen grande al deporte y de cómo llevarlos a la práctica. Por no hablar de esa disciplina y autodisciplina que nos aporta precisamente por esa particularidad que tiene el kárate de ser un arte marcial. Se habla de este deporte como si fuera una filosofía de vida porque el que es karateca nunca deja de serlo. Estamos hablando de niños que se inician con cuatro a cinco años hasta gente que sigue practicándolo hasta el día anterior a morirse. Es un deporte para toda la vida que luego cada uno, en función de su edad o a qué se está dedicando en esa etapa de su vida, lo practica de una manera o de otra.
«La disciplina que exige el kárate ayuda enormemente a la autoestima»
¿Cuáles son sus principales beneficios a nivel físico y mental?
Esa disciplina que hemos mencionado ayuda enormemente a la autoestima. El kárate puede ayudar a las personas a mejorar su percepción individual y colectiva. El saber que poco a poco va sobrepasando barreras, ya sean por ejemplo aprenderse dos técnicas o un kata o ponerse delante de tres jueces que te van a valorar en una competición. Esto hace que la fortaleza interior cada vez vaya en aumento. Yo mismo fui en mi infancia un niño introvertido y reconozco que el kárate me ha ayudado de una forma brutal a tener una percepción de mí mismo mucho más alta, a quererme, a valorarme y a valorar mucho más a los demás porque también estás viendo como tu compañero o contrincante está cumpliendo esos pasos para atravesar esas barreras e ir mejorando. De hecho, el aumento de cinturones no significa otra cosa que años de práctica de kárate con todo lo que eso engloba: mejorar a nivel de agilidad, de propiocepción, de psicomotricidad, de capacidad mental para afrontar diversas situaciones… Lo que significa la práctica del kárate es una evolución constante a todos los niveles tanto físicos como psíquicos de una persona.
«En la adolescencia el kárate ayuda a ganar autocontrol y apreciarse mucho más a uno mismo»
¿Qué le aporta a los más pequeños su práctica?
En niños pequeños el beneficio sobre todo es a nivel de psicomotricidad, también de autoestima, de equilibrio, de agilidad, de propiocepción, de trabajar los dos hemicuerpos por igual, con lo cual nos va a ayudar a prevenir lesiones unilaterales, tipo escoliosis. Ayuda a un crecimiento homogéneo de la persona, pero además el tipo de entrenamiento que se hace es un entrenamiento lúdico donde se van a poner en valor el compañerismo, el trabajar en equipo, el ir mejorando poco a poco en equilibrio, agilidad y rango articular o la capacidad respiratoria de una manera muy entretenida y casi sin enterarte. Poco a poco todos esos beneficios se van notando. En la preadolescencia y adolescencia ocupar tu tiempo libre en una práctica deportiva como esta te va a ayudar a criarte en un ambiente sano y por supuesto a la prevención de lesiones, o incluso de enfermedades cardiovasculares, de obesidad y enfermedades respiratorias. En estas edades donde hay tanto bullyng es una manera de ganar autocontrol y apreciarse mucho más a uno mismo. Luchamos contra otro tipo de patologías, en este caso mentales.
Desde la Real Federación Española de Kárate y desde el mundo del kárate en general se está apostando con fuerza también desde hace un tiempo por el parakarate. En España tenemos varios campeones y campeonas del mundo y de Europa en kárate inclusivo. Gente con diversidad funcional como síndrome de Down o trastornos psicológicos que es un ejemplo para todos por su capacidad de superación.
¿Y a los adultos?
En la edad adulta mejora todas tus capacidades ya sean de rango muscular, articular, de equilibrio, de agilidad… Es una manera de mantener una buena calidad de vida. Tengo la suerte de entrenar con gente de 70 y 80 años y son admirables porque a pesar de que sus capacidades están más limitadas siguen necesitando practicar kárate como un chute energía.
«Es una herramienta perfecta para luchar contra la frustración porque te sientes fuerte, mejor y capaz»
Definías antes el kárate como una filosofía de vida, ¿hasta qué punto es una herramienta valiosa para lograr el control mental?
El autocontrol es una de las claves del kárate y es algo que se va adquiriendo con la práctica de este arte marcial. Japón y China tienen una filosofía distinta a Occidente y en muchos aspectos tenemos que aprender de cómo ellos se toman cierto tipo de cosas. La lucha contra la frustración, contra los bajones de ánimo… es una herramienta perfecta para afrontar ese tipo de situaciones al igual que también es un arte marcial que te ayuda a afrontar otro tipo de situaciones porque te sientes fuerte, mejor y capaz. Piensa que cuando estás por ejemplo en un campeonato te tienes que abstraer de todo lo de fuera para sacar lo mejor de ti y sentirte capaz de realizarlo te abre un montón de puertas. Estás más preparado para afrontar situaciones difíciles como un día malo, una situación compleja en lo familiar o en lo laboral, eso se extrapola a tu día a día.
¿Se puede empezar a practicar kárate a cualquier edad?
No es que se pueda es que se debe. Es una disciplina que practican muchos niños y muchos de sus padres al ver lo que disfrutan sus hijos se dan cuenta que llevan un karateca frustrado dentro. Hay gente de 30, 40 o 50 años que lo prueban y son capaces de sacarse el cinturón negro a una edad madura y eso es una maravilla. No solo por el mérito personal sino también haber decidido embarcarte en algo, ir entendiéndolo y meter en tus hábitos de vida un deporte que nos aporta muchísimo a todos los niveles.
«En kata la mayoría de las lesiones se producen por un sobreuso, una sobrecarga muscular o sobreestiramiento»
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes de un karateca?
Yo siempre digo que la actividad física es saludable pero el deporte en sí es una cuna de lesiones en mayor o menor medida. En kárate tenemos dos líneas diferenciadas que son el kumite, que es el combate; y las katas, que antes nos costaba más explicar lo que era pero gracias a Sandra y Damián y el buen papel que hicieron en los Juegos [se refiere a Sandra Sánchez y Damián Quintero, campeones olímpicos en Tokio 2020] se entiende mucho más ya lo que es la esencia de nuestro kárate.
En kata la mayoría de las lesiones son por un sobreuso, por una sobrecarga muscular, por un sobreestiramiento, por una elongación… Hay muchísima lesión por desgaste y, sobre todo, cuanto más aumenta tu nivel más aumenta ese desgaste porque entrenas más horas y son movimientos muy repetitivos. Al final de tanto soltar un puño las estructuras del hombro, del codo, de la muñeca… van sufriendo porque hay un desgaste continuo. Y podría llegar en ocasiones a alguna rotura o desgarro muscular.
En el kumite también hay este tipo de lesiones, pero aquí es más factible el que pueda haber algún tipo de contacto, un choque articular o algún golpe. Aunque está todo muy regulado y el contacto está penalizado el tipo de lesiones que se pueden producir en el combate son más de impacto, de contusión. Por desgracia también estamos viendo por el tipo de kumite que se está haciendo ahora bastantes lesiones ligamentosas. Y también lesiones tendinosas por el desgaste. Pero ya te digo que las lesiones siempre van a ser más frecuentes según aumente el nivel competitivo y las horas de entrenamiento porque el deporte de alto nivel obviamente te lleva siempre a un exceso y agresión diaria del cuerpo.